
Fue tan acertado este giro en la formación la joven Clotilde Cerdá (1825-1926), que llegó a convertirse en una de las concertistas de arpa más famosas de su tiempo, faceta que combinó con la literaria y la periodística.
Existen varias teorías sobre el seudónimo por el que se la conoce: Esmeralda Cervantes. Hay quien dice que fue creado por el escritor Victor Hugo, quien la bautizó aunando el nombre de su heroína literaria con el apellido del gran escritor español; otros comentan que fue la reina Isabel II, cuando la niña tocó en el Palacio Real de Londres, la que acuñó el apodo; e incluso también se especula que fue llamada «Esmeralda» por Victor Hugo y que el «Cervantes» lo añadió posteriormente la reina de España.
Junto con las giras que la llevaron por toda Europa y por Lationamérica, Clotilde Cerdá escribió en diversos medios, como en La Ilustración de la Mujer, sus «Cartas musicales» y sus «Recuerdos de viajes», además de acometer una Historia del arpa.
Más información:
GRAELL, Vanessa. «La arpista que sedujo a reyes, Wagner y Victor Hugo». El Mundo, 25/12/2013.
Más información:
GRAELL, Vanessa. «La arpista que sedujo a reyes, Wagner y Victor Hugo». El Mundo, 25/12/2013.