Longplayer

La organización artística Artangel y el compositor Jem Finer emprendieron la tarea, el día de fin de año de 1999, de interpretar una melodía ininterrumpida hasta 2999. El instrumento elegido para este reto musical fue el cuenco tibetano; el proyecto se llamó Longplayer.

Como resultado, 234 cuencos de diversos tamaños han generado una obra musical que no cesará hasta que alcance los mil años, que puede ser escuchada en el hermoso faro londinense Trinity Buoy Wharf y en otros emblemáticos edificios públicos como la Biblioteca de Alejandría y The Long Now Foundation, sin olvidarnos de la retransmisión que se realiza a través de internet.


Si alguien dudaba que este proyecto fuera a desaparecer con el paso de los años, que deje de hacerlo. Hoy por hoy, Longplayer lleva en el aire 13 años, 175 días, 7 horas y 1 minuto... y sigue sonando.

MÁS INFORMACIÓN:


EYRES, Harry. Coming soon: the future


Silvia Pato