El ministro que no va a conciertos

Hacía tiempo que no ocupaba estas líneas con el tema de los derechos de autor, la piratería, los músicos y todo lo que rodea a un asunto que explotó con la Ley Sinde. Los lectores asiduos saben que es algo recurrente en esta bitácora, pero a los que visiten por primera vez este rincón, les convido a repasar una de esas entradas de las que hoy me he acordado especialmente: BASADO EN HECHOS REALES.

¿Y por qué me acuerdo en este preciso momento de una mal pagada actuación cualquiera, o de las incontables actuaciones no cobradas o gratuitas que realizan numerosos instrumentistas? Les diré por qué. 

El motivo no es otro que descubrir, gracias a la impagable fuente de información que es NACIÓN RED, su titular de hoy: Wert recomienda a los músicos cobrar menos por los conciertos. ¿Menos?

Estas declaraciones provienen de una entrevista que el actual Ministro de Cultura, Educación y Deporte ha concedido a la Revista ROLLING STONE. Les aseguro que la entrevista no tiene desperdicio.

Desconozco a qué músicos se refiere el Sr. Wert al recomendar que cobren menos por sus conciertos, pero sí me gustaría que supiera que esas carísimas entradas a la venta que rondan en ocasiones los ochenta o noventa euros, acompañadas de sus correspondientes cachés millonarios, no son en absoluto representativas de lo que cobran la mayoría de los músicos de este país. Desengáñense, esas son las excepciones. 

Porque hay música más allá de los grandes productos, de la fórmula radiofónica y de los grandes socios de las entidades de gestión. Hay música más allá del último grupo ideado, creado y maquetado para ser consumido durante un verano y sustituido por el siguiente, y hay un mundo inmenso de música a mayores de la ópera a la que sí confiesa gustoso acudir el entrevistado.

Las orquestas que pasan dos tercios de su vida en carretera, los cantautores que recorren las calles con su guitarra al hombro, los concertistas, instrumentistas o solistas que buscan sitios donde tocar bajando cada vez más sus condiciones y cachés solo para encontrar un local donde pueda sonar auténtica música en directo; músicos de cámara, orquestinas, cantantes líricos, grupos de folk, de rock, de jazz, y un sinfín de combinaciones posibles de todos los estilos y géneros son los que tienen en este país su oficio; gente que no puede bajar más su caché porque en múltiples ocasiones les han pedido que, si quieren tocar, prescindan de él directamente. Porque le agradecería al Sr. Ministro de Cultura que, la próxima vez que realice semejante reflexión, puntualice exactamente a qué artistas se refiere, a qué músicos se refiere y de qué cantidades hablamos.

Pero supongo que esto no lo sabe alguien que reconoce no ir a conciertos. 





Silvia Pato